En 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de basura electrónica y se estima que para 2030 se generarán alrededor de 77,4 millones de toneladas. Se sabe que en 2019 solo se recicló el 17,4% una cifra muy pequeña y preocupante, ya que muchos de los metales que necesitamos provienen de esta basura electrónica. Es por eso por lo que tenemos que dar un paso hacia delante y desentrañar la forma de encontrar el material del futuro que nos ayude con este problema.
Los materiales en la actualidad
Entre el 30 y el 32% del peso de la basura electrónica son metales. La mayoría de ellos no se reciclan como es debido y al final se acaban perdiendo. Esto puede suponer un problema en el futuro para Europa, ya que la mayoría de metales que utilizamos son importados de África, Sudamérica, China o Rusia.
De modo que tres investigadores: José Manuel Torralba, Alberto Meza y Damien Tourret se han juntado para abordar este problema y sus posibles soluciones.
El principal problema es que la recuperación de todos los metales es un proceso largo, difícil y costoso a nivel económico. Pero también algo necesario, ya que se evitaría el desperdicio de muchos de estos metales. Hace un tiempo hablamos en nuestra página de LinkedIn sobre que alrededor del 7% del oro del mundo se encontraba en los teléfonos móviles. Y en una época en la que luchamos por deñar lo menos posible al medio ambiente, el desperdiciar elementos como el oro es algo que no nos podemos permitir.
El material del futuro
Los tres investigadores se plantearon la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si se reciclaran todos los metales que provienen de la basura electrónica a la vez? En vez de tener que pasar por varios procesos para recuperar cada metal por separado, solo se necesitaría una operación de lixiviación, dos máximos si se quisieran recuperar metales de valor como el oro.
El beneficio sería la recuperación total de los metales; el problema es que no serviría de nada, ya que el metal resultante no es útil a día de hoy. Eso no quiere decir que el día de mañana no se pueda utilizar.
Los tres investigadores han publicado un trabajo en Intermetallits, una plataforma para publicar investigaciones innovadoras sobre este tema. Que demuestra que mezclando las aleaciones equivalentes a las que se encuentran en la basura electrónica se pueden fabricar aleaciones de alta entropía.
Esto son buenas noticias, ya que significa que estos metales puede competir con las mejores aleaciones y se perfilan como el material del futuro.
Si esta idea se desarrolla y llega a buen puerto, representaría un doble éxito. Primero, porque se podría reciclar toda la basura electrónica del mundo. Y segundo, porque se podrían implantar prometedoras aleaciones de alta entropía.
Todavía queda mucho para que esto sea una realidad. También habría que generar un mercado que pudiera consumir esta clase materiales. Y que los fabricantes de productos se comprometieran con esta aleación que no puede garantizar un suministro constante.
De momento una posible solución es usar la basura electrónica como fuente. El resto de soluciones se irán estudiando poco a poco. Desde GIR estaremos atentos a este nuevo sistema de reciclaje y os informaremos si hay alguna novedad.