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La esponja que recupera el oro

El profesor Raffaele Mezzenga, del Departamento de Ciencias de la Salud y la Tecnología de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (Suiza) ha conseguido recuperar el oro gracias a una esponja sostenible.

La obtención de oro a partir de otros materiales es algo que se lleva intentando conseguir desde tiempo inmemoriales. Más aun sabiendo que el oro es un metal finito y que por lo tanto llegará el día en que se agote.

Ya hemos hablado en otras ocasiones de donde se intenta conseguir el oro. La minería urbana es la que se encarga del reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos poniendo el foco en los componentes de su interior.

La esponja sostenible que recupera el oro

¿Recordáis cuando decíamos que se calculaba que el 7% del oro del mundo estaba contenido en los RAEE? Esta es una gran fuente para obtener el oro, el problema es el proceso utilizado requiere la utilización de sustancia químicas altamente tóxicas.

Hasta ahora.

El profesor Raffaele Mezzenga y su equipo han conseguido recuperar el oro utilizando un subproducto de proceso de fabricación del queso.

Proceso de fabricación de la esponja

El profesor Mezzenga y su equipo han fabricado una esponja a partir de una matriz proteica con la que se consigue extraer el oro de los RAEE. El proceso se lleva a cabo entres sencillos pasos. Primero se desnaturalizan las proteínas de suero en unas condiciones ácidas y con altas temperaturas. Estás se agregan formando nanofibras proteicas en un gel. Finalmente, se procede al secado de este gel para crear la esponja.

La esponja sostenible que recupera el oro. Foto: Peydayesh M et al. Advanced Material, 2024, adaptado.
Foto: Peydayesh M et al. Advanced Material, 2024, adaptado

Una vez que la esponja está fabricada, solo queda poner el proceso en marcha. El profesor Mezzenga y su equipo utilizaron 20 placas de ordenadores para llevar a cabo el experimento. Que funcionó de la siguiente manera:

  1. Se disolvieron las piezas metálicas en un baño de ácido para ionizas el metal.
  2. Sumergieron la esponja en el baño y los iones de oro se adhirieron con suma facilidad.
  3. Calentaron la esponja, lo que redujo los iones a copos.
  4. Se fundió el oro recogido para crear una pepita.

De este modo se consiguieron 450 miligramos a partir de las placas. Cuando se estudió, comprobaron que la pepita estaba compuesta en un 91% de oro, lo que equivalen a 22 quilates. El 9% restante era cobre.

El coste

La esponja sostenible que recupera el oro

Por supuesto, por muy sostenible que sea esta proceso, hay que tener en cuenta el coste económico que supone. Y es que, muchos de estos procesos suelen tener un coste bastante elevado. Por suerte, la suma de los costes de adquisición y los costes energéticos son 50 veces inferiores al valor del oro que se puede recuperar. Por lo que ahora lo que queda por hacer es desarrollar una tecnología para llevar este producto al mercado.

Desde GIR hemos hecho mucho hincapié en la importancia del correcto reciclaje de los RAEE tanto desde nuestros poste en la web como en la página de LinkedIn. Esperamos que esta curiosa historia científica os llame la atención lo suficiente como para acordaros de llevar vuestros teléfonos móviles y ordenadores al punto limpio más cercano para que así se pueda llevar a cabo la recuperación del oro que hay en su interior de manera sostenible.

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